El AirTag de Apple se ha convertido en uno de los dispositivos más populares de la compañía. Por algo más de 30 euros tienes un localizador bastante preciso, siempre y cuando tengamos en cuenta sus limitaciones, ya que funciona con Bluetooth y bajo la necesidad que haya dispositivos de Apple cerca.
Voy a contarte cómo estoy utilizando el AirTag como sistema de rastreo de mi moto (aplicable el mismo proceso a un coche, bicicleta, o patinete). Por supuesto no es el único sistema de alarma y protección que tiene, pero tiene más utilidad de la que pensaba como sistema de localización.
Configurando un AirTag para un vehículo
Al ser tan pequeño, el AirTag es muy fácil de esconder.
Lo primero al colocar el AirTag en el vehículo es esconderlo bien. Aquí dependerá del ingenio de cada uno, pero siempre hay un lugar recóndito debajo de alguna carcasa para que no sea fácil que algún caco se percate de su presencia.
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No conviene dejarlo completamente innacesible, ya que la pila dura un poco menos de un año y tendremos que cambiársela en algún momento. Solucionado el tema de su ubicación, hay que configurar la app ‘Buscar’ para que tenga sentido usar el AirTag como localizador.
En mi caso, tengo configurado que no me notifique en el área cercana a mi casa. El AirTag irá actualizando su posición de forma aproximada, por lo que puedes cerrar de forma manual el área en el que está relativamente garantizado que la moto sigue en su sitio.
Si configuramos bien las ubicaciones que frecuentamos, sabremos que cada vez que recibimos un aviso es porque el vehículo no está dentro de dichas ubicaciones
Recomiendo que configuremos estas notificaciones en las ubicaciones habituales del vehículo: nuestra casa, la de algún familiar, lugar de trabajo, etc. De esta forma, la app Buscar nos mandará un aviso cada vez que no esté dentro de estas ubicaciones, una importante señal de alarma.
Otra función del AirTag que llevo activa es el widget en la pantalla de inicio, una opción estupenda que se actualiza en tiempo real. Cada vez que desbloqueo el iPhone sé exactamente dónde está mi moto y cuánto tiempo ha pasado desde que alguien ha estado cerca suya con un iPhone encima.
En el fatídico caso de que nos hayan movido el vehículo, si hay algún iPhone cerca, podremos establecer una ruta directamente hacia el vehículo. Por lo menos sabremos por dónde se ha movido y dónde está, siempre que la red de Apple cumpla su función (que suele hacerlo, en mi experiencia).
Es importante no ponerlo en modo robo, para que no emita sonido y podamos rastrearlo sin que los ladrones se den cuenta de que hay una alarma dentro del vehículo.
Las limitaciones del AirTag
El AirTag tiene como principal limitación que funciona mediante Bluetooth por lo que, si tenemos el vehículo en un lugar de relativo poco tránsito, como un garaje, se actualizará con menos frecuencia. En mi experiencia, es fácil que se vaya actualizando, incuso en mi caso, que vivo en una zona rural algo alejada.
Pero, técnicamente, es más que posible que se acerquen a robarte el coche o la moto, se de la mala suerte de que no haya ningún iPhone cerca, y no recibas ninguna notificación porque no ha podido actualizar la ubicación. Es improbable, ya que en el recorrido del robo seguramente haya algún iPhone dentro del rango de detección del AirTag, aunque se puede dar el caso.
Otra limitación es que la localización no es perfecta. En mi caso, el vehículo duerme en garaje cerrado, por lo que no se mueve del sitio. El AirTag me ha llegado a mostrar que estaba a unas cuantas calles de mi casa, con el correspondiente susto. Esto solo me ha sucedido una vez en un año, dicho sea de paso.
En resumidas cuentas, el AirTag dista de los completos (y caros) sistemas de rastreo y alarma GPS, pero por su precio es un localizador más que solvente que te ayuda a estar más tranquilo cuando tienes el vehículo aparcado fuera o dentro del garaje.
Fuente: xatakamovil.com