Unido a muchos otros efectos que aún se están explorando, ser infectado por COVID-19 podría la probabilidad de sufrir disfunción eréctil, según este estudio (preliminar) de Sansone y colaboradores. La investigación apunta a tres factores que pueden conducir a la posible aparición de disfunción eréctil en hombres que han tenido el virus.
Tres factores
- Efectos vasculares: la función eréctil es un predictor de enfermedades cardíacas, por lo que sabemos que el sistema vascular y el sistema reproductivo están conectados. También sabemos que COVID-19 puede causar hiperinflamación en todo el cuerpo, especialmente en el corazón y los músculos circundantes. El suministro de sangre al pene puede bloquearse o estrecharse como resultado de una afección vascular nueva o agravada causada por el virus.
- Impacto psicológico: la actividad sexual está estrechamente relacionada con la salud mental. El estrés, la ansiedad y la depresión causados por el virus y la pandemia pueden estar relacionados con la disfunción sexual y el mal humor.
- Deterioro general de la salud: la disfunción eréctil suele ser un síntoma de un problema subyacente. Los hombres con mala salud tienen un mayor riesgo de desarrollar disfunción eréctil y también de tener una reacción grave al COVID-19. Dado que el virus puede causar una gran cantidad de problemas de salud, la mala salud general es motivo de preocupación tanto por la disfunción eréctil como por otras complicaciones.
Otro motivo de preocupación con respecto a la investigación es el posible daño testicular que puede ocurrir después de una infección por COVID-19. Es demasiado pronto para saber si el daño es permanente, temporal o si puede afectar la fertilidad. La edad también es un aspecto importante a considerar, ya que es un factor de riesgo para desarrollar tanto disfunción eréctil como un caso grave de COVID-19.
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Fuente: xatakaciencia.com