Si bien los hidratos de carbono son un nutriente de gran importancia para nuestra dieta, resulta clave escoger muy bien las opciones a consumir, pues según un reciente estudio, llevar una dieta de alto índice glucémico incrementaría el riesgo cardiovascular y la mortalidad.
Índice glucémico, salud cardiovascular y riesgo de muerte
El índice glucémico nos indica la velocidad a la cual la ingesta de un alimento eleva la glucosa en sangre, y puede estar relacionado con la carga glucémica que es la cantidad de hidratos simples que posee un alimento por ración comestible.
Dado que un alimento de alto índice glucémico induce una brusca liberación de insulina y pasa rápidamente al torrente sanguíneo en forma de glucosa, puede perjudicarnos al contribuir al almacenamiento de grasas y también, porque no sacia en absoluto.
Un reciente estudio realizado con una gran población de diversos países evaluó la relación entre el índice glucémico y la carga glucémica con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y la mortalidad.
Así, se analizaron cuestionarios de frecuencia de alimentos y se categorizaron según el índice glucémico de la dieta. Y a lo largo de 9,5 años de seguimiento se registraron las enfermedades cardiovasculares así como las muertes y sus causas.
Los resultados indican que una dieta de alto índice glucémico está asociada a mayores eventos cardiovasculares importantes como infarto de miocardio, muerte cardiovascular, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Asimismo, se asocia a mayor riesgo de muerte. Estos resultados se revelan en quienes tienen enfermedad cardiovascular preexistente y en quienes no.
Por su parte, la carga glucémica puede elevar igualmente el riesgo pero sólo en personas con enfermedad cardiovascular preexistente.
Entonces, a modo de conclusión podemos recomendar el control del índice glucémico de la dieta. Es decir, intentemos incluir más granos integrales, no consumir alimentos ricos en hidratos solos o aislados sino siempre hacerlo junto a ingredientes ricos en fibra o en proteínas, y por supuesto, intentemos reducir al máximo los azúcares libres y añadidos de la dieta no sólo para cuidar la línea sino también, la salud cardiovascular del organismo.
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Fuente: vitonica.com